viernes, 24 de junio de 2011

JOSÉ ALBERTO GARMENDIA MARTÍNEZ

¡Ay, si la pelota tuviera memoria y pudiera hablar! Narrar la cantidad de manos que las han detenido o despejado. ¿Quizá podríamos saber muchas más cosas que desconocemos de esos cancerberos olvidados?

Tengo grabado en la retina imágenes, la foto fija del final de un movimiento, solamente un fotograma de la película, la máxima expresión de una estirada con la plasticidad que el momento merece, como suspendida en el aire ¡siempre ahí! en el momento que el guante toca el balón y lo despeja irremediablemente fuera del marco. ¡Ahí, la imagen suspendida en el aire! He visto muchas paradas de esas, pero solo alguna me quedo marcada que otra.

¡Hay si los balones pudieran contarnos sus aventuras!  Esos porteros que no hemos conocido. Ellos seguramente si los recordarían, con esas manos que los han detenido en su camino hacia la gloria; la portería. Porque nada es más humillante que ser detenido por un guardameta cuando ya se canta el gol en la grada, nada es más humillante, ya que su cometido es acabar dentro de la portería, en el fondo de las redes.

Con las manos desnudas, guantes de lana, cuero o látex esas imágenes siguen ahí, fijas e inamovibles. Indudablemente los materiales y el entrenamiento ha cambiado mucho, pero la esencia del guardameta sigue siendo la misma: detener todos los balones que llegan a sus dominios.

José Alberto Garmendia Martínez, nació en Zarautz (Gipuzkoa) el 30 de octubre de 1956.

Aunque Donostiarra de nacimiento es criado en la cantera del CD Alavés, llega  a la primera plantilla en 1977 donde tiene que bregar duro ya que se encontraría con otros grandes metas vascos: Basauri , Cendoya y un incipiente Andoni Zubizarreta del que ya se hablaban maravillas. Con este panorama le cuesta mucho hacerse un hueco en la titularidad del equipo. Un conjunto el del Alavés, donde, entre otros están: Jorge Valdano, Juan Señor, Morgado… siendo el entrenador Txutxi Aranguren. Permanecería hasta la temporada 1981/82, pera fichar por la UD Salamanca la temporada siguiente. Le ocurre tres cuartos de lo mismo; la competencia es brutal ya que esta como titular el fabuloso D´Alessandro y un emergente Ángel Lozano, así las cosas no consigue debutar en el equipo y decide otra vez cambiar de aires, esta vez al Albacete Balompié, donde esta vez sí que juega y consigue con el equipo el ascenso a Segunda División.

No acabaría aquí su periplo viajero ya que también recalaría en Huelva para reforzar la meta albiazul. De nuevo se hace con la titularidad del equipo entrenado por Víctor Esparrago. Tras seis temporadas en el conjunto de Huelva. Su última temporada la comienza lesionado. Los altibajos de rendimiento a causa de un equipo que desciende a segunda B, le hacen perder y coger la titularidad constantemente, aunque al final jugaría 24 partidos consecutivos.

Colgaría las botas y guantes en 1998, dando paso a su carrera como técnico, volviendo al Alavés de la mano de Mane. El equipo vitoriano logra sus mayores éxitos; el ascenso a Primera y la final de la Copa de la UEFA que pierden contra el Liverpool en aquel partido vibrante y con cantidad de opciones y goles para ambos equipos. Son diez años los que se asentó en Vitoria haciendo, tanto de entrenador de porteros como de segundo técnico del equipo. A pesar de todo no es renovado y firma por el Rayo Vallecano donde estuvo hasta la temporada pasada, de la próxima poco sabemos…

EQUIPOS

  • Alaves, 1977/82
  • UD Salamanca, 1982,83
  • Albacete, 1983/86
  • Recreativo de Huelva, 1986/90
  • De 1990 a 1998 ¿?

Fuente: http://cosassobrefutbol.blogspot.com  y www.bdfutbol.com
Fotos: www.google.es

martes, 21 de junio de 2011

ARMANDO RIBEIRO DE AGUIAR MALDA


Tengo que reconocer que esta ocasión he ido a lo mas fácil, dado lo cercano del caso. Me reconozco vago, ¿que queréis que haga?

Me cuesta mucho “jubilar” a un guardameta. Me negaba a incluirle en esta serie -y no porque no se lo merezca- , me negaba a reconocer que hubiese  dejado el Futbol de alta competición. Los que como yo hemos tenido la suerte de verle entrenar, con las ganas que lo hacía, como si fuese el primer día, pensábamos que no se retiraría nunca. Todos sabemos que la edad acaba por quemar a los deportistas de elite, pero este no era el caso. A pesar de sus cuarenta años cumplidos estaba -y esta- en una forma física impresionante y aun podía dar clases a más de un portero en activo. Su entrega y su dedicación por cada balón eran dignas de elogio. Por lo tanto he tenido que esperar una temporada desde su retiro para incluirlo en este blog sobre los porteros vascos, aunque tiene méritos de sobra para estar en lo más alto de esta bitácora.

Este portero, al contrario que muchos otros sí que os sonara, al ser mas reciente su retirada, pero muy poca gente había oído hablar de él cuando jugaba en el Cádiz en Segunda División y a no ser porque ficho por el Athletic de Bilbao y paso aquí dos campañas -la mayor parte de la ultima de suplente, aunque cumplió con creces cada vez que tuvo que defender la portería de su equipo- posiblemente seguiría en el olvido, un olvido involuntario ya que la Liga Adelante carece de interés para muchísima gente y no todo va a ser Messis y Cristianos ¿O si?.


Dotado de una agilidad y unos reflejos felinos otorgaba a su defensa y a la parroquia de “San Mames” una confianza que había perdido en otros guardametas. "Gato" le llamaba su entrenador en Lezama en cada entrenamiento y efectivamente a mí personalmente me recordaba a ese felino.

Hay mucha gente que cree que podía haber dado algún año muy bueno todavía.

Armando Ribeiro de Aguiar Malda, nació en Sopelana (Bizkaia) el 16 de enero de 1971.


Empezó jugando como casi todos los niños que son porteros en la costa, en la playa -que buenos guardametas han salido de la arena-, después comenzó a destacar en el Ugeraga dando pie a su fichaje por el Logroñés y posteriormente al Sporting de Gijón y tras su periplo regreso a Bizkaia para jugar en el Bermeo donde estuvo una temporada, tras estos destinos paso tres temporadas en el Alavés con un corto bagaje de partidos tan solo 12, al Barakaldo Cf aterrizo a mediados de la temporada, para ya acabar en el destino que le ha dado mas satisfacciones y que le consagro como el buen guardameta que fue, el Cádiz Cf donde paso diez temporadas jugando a muy buen nivel, fruto de estos años fueron los ascensos de Segunda B a Segunda y posteriormente a Primera División.

Caparros el técnico del Athletic lo trajo a mitad de temporada de 2007, en el periodo de fichajes de invierno, para suplir la lesión de Gorka Iraizoz, nada más llegar y casi sin deshacer la maleta debuto con el equipo del “Botxo”, para detrimento de un Dani Aranzubia sumido en el ostracismo por el técnico de Utrera. Sus buenas intervenciones hicieron que renovara hasta 2010.

Se retiro el 15 de mayo de 2010 jugando de titular en casa contra el Deportivo de A Coruña que termino con la victoria local por dos goles a cero. En ese mismo encuentro se retiraron también su compañero de equipo Joseba Etxebarria y el árbitro internacional Mejuto González.

Según la entrevista realizada para desdemiarea.com entre sus manías estaban: salir al campo siempre con el pie izquierdo y usar botas blancas. Dice recordar como especiales los partidos de ascenso jugados con el Cádiz, su debut en Primera también con el equipo gaditano y dos partidos con el Athletic el Atlético de Madrid – Athletic y el Athletic – Betis, por diferentes motivos. También cuenta que llegar a Bilbao fue una gran responsabilidad, un reto bonito e importante y poder cumplir el sueño de su aita (padre, en Euskera).
En la actualidad se encarga en Lezama del entrenamiento de porteros de las categorías inferiores del Athletic.

EQUIPOS
  • Ugeraga, hasta 1988
  • Logroñes. 1988/92, desde juveniles
  • Sporting de Gijon B, 1992/94
  • Club Bermeo, 1994/95
  • Deportivo Alavés, 1995/98
  • Barakaldo CF, 1998
  • Cadiz Cf, 1998/2007
  • Athletic Club, 2007/2010
PALMARES
  • Campeón de Segunda División (Cadiz), 2004/2005
  • Trofeo Zamora de Segunda División, 2004/2005 

martes, 14 de junio de 2011

SABINO ZUBELDÍA CARRIL

Por muchas vueltas que le dé al asunto, es impagable la aceptación que está teniendo este blog sobre los porteros vascos que son reconocidos a simple vista y los que no lo son tanto. Cromos olvidados de dudosa memoria, en la que insisto e indago para desentrañar su historia. Foros de equipos, revistas antiguas y un largo etc. que sería difícil contaros sin llegar a aburriros.

Los porteros, los conocidos y los suplentes, algunos de esos guardametas que pasaron sin pena ni gloria por algunos equipos injustamente abandonados en el cajón del olvido. La memoria no siempre es justa con todo el mundo y es más fácil desentenderse y dejarlo estar, que indagar a ver qué es lo que sale a flote. Seguramente parte de la información que acarreo no sea del todo fiable, pero, si esas cuatro líneas sirven para que su memoria perdure, bienvenidas sean.

Son muchos, muchos no, muchísimos, los guardametas que habiendo jugado en grandes equipos al ser desbancados por otros, estos pasan a un segundo plano y luego al más humillante olvido. ¡Pues, sigo empeñado en sacarlos a la luz! Máxime cuando este trabajo al final da sus frutos y aparece en radio y prensa, de lo cual me siento muy honrado y orgulloso. No me queda más que daros las gracias a todos los que me apoyáis en esta aventura y sobre todo hacéis posible que este trabajo salga a la luz.

De este guardameta –entre otras cosas- os puedo contar que jugó en el Zaragoza con: Amorrortu, Radomir Antic, el portero Irazusta –también tiene su aparte en el blog- , Casuco, Víctor Muñoz, Oñaederra y el gran Jorge Valdano –entre otros-.

Sabino Zubeldia Carril, nació en Donostia (Gipuzkoa) el 14 de abril de 1955.

De sus inicios –a no ser que alguien me ayude- poco puedo contaros salvo que como buen portero guipuzcoano trabajaría bastante en las playas donostiarras.
Debuto en Primera División en la temporada de 1980/81 con el Real Zaragoza, disputando 12 encuentros, con los futbolistas mencionados anteriormente. Justo al año siguiente calentaría banqueta y permanecería inédito con el equipo “maño”. No resignándose a la suplencia y tras un corto espacio de un año en el Palencia emigra a las Islas Baleares para incorporarse a la disciplina del Real Mallorca, con el que descendería a Segunda División e su segundo año, disputando tan solo 16 partidos en la 1983/84. Su epopeya no termina aquí ya que ficharía a posteriori por el Real Oviedo para jugar tres campañas en Segunda y a partir de 1988 con el ascenso en la máxima categoría del futbol estatal, la Primera División. Con el Oviedo alcanzo las metas y los partidos que andaba buscando jugando en su primera campaña 38 encuentros. Dejo el Oviedo en la temporada de 1991/92 en la que paso a ser suplente de Viti. Tras quince años dejaría su Oviedo tras pasar como directivo por la entidad carballona. Siete años como guardameta y otros 11 como empleado completan el curriculum oviedista de Zubeldia.
De su dilatada historia dentro del Real Oviedo, Zubeldia sólo quiere acordarse "de lo bueno" y recuerda con mucho cariño tanto el ascenso a Primera División en aquel inolvidable play-off contra el Mallorca como los posteriores años en la máxima categoría y la eliminatoria de Copa de la UEFA frente al Génova. José Luis Romero, Antonio Ruiz, José Carrete, Vicente Miera y Javier Irureta fueron sus entrenadores y, cuando colgó las botas, Prieto le reclutó de inmediato para su organigrama directivo, en donde ha permanecido en diferentes cargos 11 años.

EQUIPOS
  • Zaragoza, 1980/82
  • Palencia, 1982/83
  • Mallorca, 1983/85
  • Oviedo, 1985/92


¿LA INAGOTABLE CANTERA DE PORTEROS VASCOS?

Hubo una época en la que los porteros vascos se repartían a lo largo y ancho de la geografía española. Nada más y nada menos que 26, en una misma temporada entre Primera y Segunda División. Hay quien dice que el prestigio se lo ganaban en los torneos playeros o en los frontones del País Vasco donde sabían prever el bote de la pelota mejor que ningún otro guardameta.

En la década de los 70 y 80 las plantillas estaban pobladas de ellos sin que nadie supiese decir a ciencia cierta el porqué. La tradición dicta que el guardameta del País Vasco, era un portero de garantías, curtido en mil batallas y quizá... el bote de la pelota en el frontón o el del balón en la siempre irregular arena de playa le daba ese plus de reflejos que se busca en los porteros

Con tal alto bagaje: ¿Quien puede explicar ahora el declive de los cancerberos de Euskadi? Donde ni siquiera la Real Sociedad, cuna de los mejores,  hace tiempo que aboga por metas de fuera.
¿Han pasado de ser los más buscados a ser los menos deseados?
¿Será que hoy los niños ya no juegan como antaño y los juegos en la calle se han trasladado a los juegos de salón, consolas y demás familia?

Indudablemente el entrenamiento del portero ha mejorado sobremanera y hoy no es necesario tener el carnet de una provincia para ser mejor portero. El Label de calidad del portero vasco se agota y exceptuando el Athletic de Bilbao que por norma tienen que ser de la tierra -siempre hablando de Primera, se entiende- en el resto del País se surten de todas las nacionalidades, la mejora de entrenamientos, personal preparado a tal efecto tiene parte de culpa.

No quiero menospreciar al resto de porteros - Dios me libre- ya que considero que buenos porteros ha habido en todas las épocas, pero el portero vasco siempre tenía, a ojos vista, otra cosa, otro status, eran los más deseados en los equipos... La anticipación y colocación era exquisita en personajes vestidos de oscuro, arqueros sobrios y de enjundia donde era difícil que restasen en sus equipos, porteros así siempre daban puntos y campeonatos. Con este bagaje era difícil que no se fijaran en ellos y, pasaran de sus equipos de toda la vida a grandes formaciones, para gloria de estos últimos.

¿Qué es lo que hay que hacer para recuperar esta tradición en nuestros porteros? No es por falta de afición, ya que cada día en los clubes modestos -y en los no tanto- cada vez hay más niños que se enfundan los guantes.

¿Puede ser que antaño, el mal tiempo característico del norte, los terrenos de juego y el barro típico en estos lares hicieran porteros más curtidos que los de ahora, que disponen casi siempre de buenos predios de juego y de mejores materiales?

Una de las mayores desbandadas y epopeyas que hizo que se repartieran a lo largo de la península fue uno de los mejores de todos los tiempos...el gran Iribar, el “Chopo” hizo que cantidad de suplentes del Athletic emigraran a otras latitudes a demostrar su valía, ya que en el Athletic con su larga sombra no se les dejaba crecer como porteros. En el Athletic: Iribar y en la Real sociedad otro de los más grandes: Arconada. Es ley de vida que el puesto más cuestionado de un equipo, ¿si funciona, para que cambiarlo? y como ya es sabido por todos; Iribar y Arconada funcionaban, ¡y muy bien! ¿Quién se atreve a dejar en la banqueta a un jugador internacional?

Todos han pasado alguna vez por temporadas algo más bajas, pero todo entrenador prefiere un portero que, quizá en alguna época solo haya estado de notable y no esperar que su suplente pueda darle un sobresaliente. ¿Estamos en un error? Pues es posible, pero la grada siempre dicta hacia qué lado hay que moverse.

Si tiramos de hemeroteca son 12 porteros en Primera y 16 en segunda, los porteros vascos que se enfundaban las camisolas de sus equipos en los setenta y ochenta -según un reportaje de la época en “El Mundo deportivo”-: Artola en el Barcelona, Arconada y Pedro Mº Ochotorena en la Real sociedad, Deusto en el Hercules, Iribar, Zaldua y Cedrun en el Athletic Club de Bilbao, Gorospe en el Burgos, Urruticoechea  y Echevarría en el Español y Zubeldia e Irazusta en el Zaragoza. En cuanto a Segunda: Burgueña en el Málaga, Zamora en el Terrassa,  Aizpuru, Meléndez y Gómez en el Baracaldo, Marro en Osasuna, Garmendia y Basauri en el Alavés, Esnaola en el Betis, Izcoa en el Granada, Aguinaga en el Jaén, Urrutia en el Valladolid y Cendoya en el Almería, eso sin meternos en el berenjenal de Segunda B, donde también había una gran cantidad de porteros vascos. Curiosamente en esta lista ningún portero es alavés. Como se puede comprobar un tercio de los guardametas eran criados en el País Vasco.

¿Y qué decir de la Selección Española? Cuarenta y nueve han sido los porteros que han defendido a lo largo de estos años— los que van desde el 28 de agosto de 1920, fecha del primer encuentro de la selección, hasta el momento— la meta del equipo español. Casi el cincuenta por ciento ha sido producto de esa inagotable cantera vasca, que tantos y tantos porteros ha proporcionado al fútbol español a lo largo de todas las épocas. Llegando a participar en el mismo concurso dos de ellos Arconada y el malogrado Urruti, pasando por Zubizarreta que de momento –hasta que Iker Casillas quiera- ostenta el record absoluto de internacionalidades.

Por Orden de convocatorias están: Zubizarreta con 126, Arconada 68, Iribar 49, Ignacio Eizaguirre 18, Carmelo 13, Araquistain 6, Blasco y  Urruticoechea con 5, Jaúregui 3, Juanito Alonso 2, y ya con 1: Aranzubia, Deusto, Echevarria, Lezama, Lopetegui, Ochotorena y Vidal. Como se puede apreciar, los metas vascos han tenido un apartado muy importante en la historia de la Selección, hacen un total de 18 los que se han enfundado la camisola de España. Hoy en día no es así en la Roja tenemos a un madrileño: Iker Casillas un catalán Víctor Valdés y a un andaluz, Pepe Reina, los tres, unos porteros fabulosos y de contrastado prestigio internacional.

En cuanto a la temporada pasada –es decir- la de 2010/11 solo ha habido seis porteros vascos en Primera: Gorka Iraizoz y Raúl Fernández-Cavada en el Athletic, Aranzubia en el Depor y Unai Alba en el Hércules –ambos descendidos- Asier Riesgo en Osasuna y Zubikarai en la Real Sociedad –estos no han debutado este año-. En Segunda la cosa aun es peor ya que solo hay tres guardametas: Oier Olazabal en el Barça, que alterno el banquillo del A con el del B, ya que la mayoría de los partidos los ha jugado Miño en el equipo filial, Goiria en el Betis, que tampoco ha jugado demasiado este año y Lafuente en el Numancia que está llegando al final de su carrera sin jugar apenas.

¿Cómo podemos rehabilitar la cantera de porteros vascos? Si alguien lo sabe espero su respuesta…

Fuente consultada: hemeroteca de “El Mundo Deportivo”

jueves, 9 de junio de 2011

JOSU ANUZITA ALEGRIA

A veces lo que resulta más evidente es lo que más te cuesta ver. Tener un guardameta tanto tiempo en la recamara y no ser capaz de dispararlo no es otra cosa que despiste... ¿o dejadez?. Hace ya mucho tiempo que lo tenía controlado, pero a fuerza de ir dejándolo para mejor ocasión… al final se escondió en los rincones insondables de mi ordenador, un ordenador con vida propia, ya que como digo… las cosas me desaparecen.

El “perdido” siguiente paso más de 18 años en la pelea entre los palos de las porterías, eso como guardameta, ya que como técnico quizá lleve ya otros tantos. Es un error por mi parte haberlo tenido en el olvido, que es precisamente lo que más denuncio en estas páginas; el poco caso que se le hace a los estos porteros semi-olvidados. Merece ser tenido en cuenta ya que tiene un palmarés envidiable y como siempre digo: todos los guardametas que han jugado a estos niveles deben tener un reconocimiento público, que no siempre se les hace.

Josu Anuzita Alegria, nació en Getxo (Bizkaia) el 13 de enero de 1964.

Surgido de la cantera del Sestao SC, en 1986 llega al primer equipo, donde permanece cuatro años, hasta que en 1990 ficha por el Deportivo de La Coruña. Con los gallegos está tres campañas, pero no acaba de hacerse con la titularidad, siendo el tercer portero de la formación. Aun así, disputó 12 partidos de liga en la 91/92, aunque en la siguiente la cifra se reduce a sólo uno.

En verano de 1993 deja el Depor y marcha al Cádiz CF, de Segunda División. Allí Josu se reencontraría con la titularidad, pero su equipo pierde la categoría. Una circunstancia idéntica a la que le ocurriría a la 94/95, esta vez con el CA Marbella.

Para la 95/96 ficha por la UD Salamanca, que acababa de recuperar la máxima categoría. Suplente de Aizpurua, Josu sólo apareció en dos encuentros, los últimos de su carrera en Primera División. Además, el club español quedaba el último y retornaba a la categoría de plata.

Después de una temporada, la 96/97, con el Málaga CF, en Segunda División B, el portero vasco se quedó sin equipo. Volvió a los campos de juego en 1998, en las filas del Barakaldo CF.

Tras dieciocho años como portero, termina su carrera en la etapa de jugador en la temporada 2001/2002 jugando en el Baracaldo en Segunda División B, incorporándose entonces al cuerpo técnico como segundo entrenador y preparador de porteros hasta la 2005/2006. Tras su paso por el equipo fabril fue el entrenador del Arenas Club de Getxo de su pueblo natal. Tras su paso por el club arenero estuvo como entrenador de porteros en las instalaciones del Athletic en Lezama y, en la actualidad es el entrenador de los guardametas de la primera plantilla del Baracaldo.







EQUIPOS
  • Sestao SC, 1986/90
  • Deportivo de A Coruña, 1990/93
  • Cadiz CF, 1993/94
  • CA Marbella, 1994/95
  • UD Salamanca, 1995/96
  • Malaga CF, 1996/97
  • Sin equipo, 1997/98
  • Baracaldo CF, 1998/2001
Fotos: www.google.es