jueves, 31 de enero de 2013

JAVIER GATO ÍÑIGO


De la colaboración o el “robo” de post entre internautas nace la historia de este guardameta nacido en Irún. Si apenas hace unos días solo sabía de él su nombre y lugar de nacimiento, gracias a la investigación de gente que como yo se encarga de divulgar los entresijos de jugadores de fútbol  podemos haceros llegar estas y otros grandes historias. En esta bitácora, como ya sabéis, hablo exclusivamente de porteros del País Vasco, y en el caso del blog de donde he sacado la siguiente singladura se encarga de dar a conocer la historia y noticias varias sobre el Celta de Vigo, que es donde jugó nuestro protagonista en una etapa de su vida deportiva. Es primordial que continuemos entre nosotros con esta labor divulgativa para que todos estos grandiosos personajes no se pierdan en el limbo del olvido, una magnífica labor la que realiza este blog: "FAME CELESTE", al que estoy enormemente agradecido por haber dado luz a otro portero para mi colección y al que su apellido ya parecía tenerle predestinada la portería, por la comparación que se suele hacer de los porteros con los felinos.

JAVIER GATO ÍÑIGO, nació en Irún  ( Gipuzkoa ), el 29 de Octubre de 1935

E hecho de que toda o casi toda carrera la hiciera en Galicia, la desconozco, más por incultura que por investigación, pero en fin, haremos lo que podamos.

Javier Gato fue un guardameta de excelentes cualidades pero que no disputó partidos oficiales con el Celta de Vigo, Javier Gato .

En la campaña 1956\57 , el Celta contaba con los servicios de un entrenador argentino que no quiso contar con colaboradores para llevar al equipo en primera división , Alejandro Scopelli . Aquella plantilla del céltica presentó pocas caras nuevas de cara a la nueva campaña, pues el presidente Pérez Prieto no quería una plantilla amplia para no incrementar el presupuesto. Tanto fue así , que en un principio sólo se fichó a Cortizo , aunque después , ya iniciada la liga , el club se vio obligado a incorporar más fichajes , como el del ex-internacional argentino  " Ché " Gutiérrez , el madridista Seoane o el cancerbero guipuzcoano que fue fichado más tarde, Javier Gato Íñigo .

El vasco no debutó con el Celta en Primera División , aunque si llegaría a jugar en algún partido amistoso , antes de abandonar la entidad viguesa para irse cedido al C.D. Ourense , poco después de iniciarse aquella liga 56\57 . No sería posible su estancia en aquel equipo plagado de grandes jugadores, puesto que para cubrir la portería Scopelli contaba con tres fenomenales guardametas como Padrón , Adauto o Manolín .
Mientras al Celta le costaba arrancar en Liga, permaneciendo sin ganar hasta la novena jornada frente al Jaén por 4-0 , Gato partía a la tierra de Las Burgas para jugar en calidad de cedido durante un año en el Ourense .

El Celta lograría mantener el tipo en la máxima categoría una vez finalizada la temporada , se comenzó a formar la nueva directiva del Real Club Celta , la cual comenzaría a dar las siguientes bajas : Arranz , Artime , Monchito , Juan Francisco , Pedrito , Miluco , Sampedro y Gato , que recientemente había regresado de Ourense .

La existencia de dos grandes porteros como Padrón y Manolín impidieron que Gato triunfase con el cuadro celtiña , que en aquella lejana década estaba viviendo grandes momentos de su historia , prolongando una y otra vez , su estancia en la máxima categoría . Javier Gato abandonaría así la disciplina olívica, y se marcharía al Pontevedra C.F. , donde permanecería varios años jugando desde la segunda división B hasta ascender por primera vez en la historia granate a la máxima categoría española .

Gato repartió su papel de guardameta con Fermín Martínez y Andrés Múgica (investigare sobre él), éste último también de origen guipuzcoano. Javier defendió durante 14 partidos la portería granate, jugando al lado de aquellos históricos futbolistas que lograron aquel mítico ascenso: Cholo , Batalla , Martín Esperanza, Ribada , Recalde o Deza.


El primero de pie por la izquierda es Gato , en aquella época dorada del Pontevedra.

El meta vasco también perteneció a aquella magnífica plantilla del popular dicho " Hai que roelo ", siendo un hombre importante en cada categoría en la que participó con los pontevedreses, hasta abandonar el equipo con el descenso a la segunda división, en la temporada 1963\64. No hay duda de que Gato fue uno de los porteros más importantes de la historia del cuadro granate, pues vivió los primeros momentos de aquellos seis años en primera del  Pontevedra  hasta la fecha.

Nuestro amigo bloguero no nos deja más pistas, pero para dar constancia de Gato en nuestros campos de fútbol es más que suficiente.

EQUIPOS

·         Celta de Vigo
·         Pontevedra
·         Ourense .

 Fuente: http://fameceleste.blogspot.com.es

lunes, 21 de enero de 2013

EMILIO AMADÉ FOURNIER


Ha sido una verdadera sorpresa esta nueva incorporación al blog. Buscando otros guardametas que no tenían nada que ver (o muy poco) con él, en la página www.colchonero.com de hinchas del Atlético de Madrid, me encuentro con este hallazgo un tanto extraño ya que yo no lo tenía controlado (aquí es donde me doy cuenta de mi incultura porteril).

Digo extraño ya que no se en que categoría encuadrarlo, si en la de vascos, casi vascos o extranjeros, y me explico. Según unas fuentes este guardameta es nacido en Erandio, otras lo sitúan en Huelva y por si esto fuese poco otra me  dice que es de nacionalidad francesa. El caso es que parece ser por lo que puedo deducir es que su padre era francés y su madre madrileña (algo extraño ya que Fournier si que es un apellido frances), pero por causas laborales el progenitor se tiene que trasladar a Huelva y él nació allí, aunque el resto de sus hermanos lo hicieron en el País Vasco, concretamente en Erandio. La cosa se complica ya que si bien pudo no nacer en Erandio jugó en este equipo y de aquí ficharía por el Athletic Club; algo poco probable si no fuese del País Vasco o de su cantera, ya que como todo el mundo sabe el club bilbaíno no alinea extranjeros entre sus filas. Todo un misterio. Yo voy a encuadrarme con la mayoría,  lo situare en Erandio y que sea lo que Dios quiera.

De todas formas según un nieto suyo en el mismo foro declara que: "el siempre llevo a gala lo de ser de Erandio".

EMILIO AMADÉ FOURNIER nació en Erandio (Bizkaia) el 14 de noviembre de 1909.

Como ya he narrado anteriormente su familia se afinco en Erandio y comenzó a dar patadas en el equipo del pueblo. Algo debió de ver en aquel chaval el Atlhetic Club (el club de sus amores) que lo ficho para su primer equipo, aunque no llego a debutar ya que por delante de él tenía a dos porteros de mucho nivel: Blasco y Ispizua (tienen su aparte en el blog).Esto fue en la temporada 1932/33. De aquí fue traspasado al Atlético de Madrid donde debutó  en un amistoso disputado el 30 de abril de 1933, jugado en el Stadium Metropolitano contra el Real Betis Balompié, con el resultado de empate a tres goles. Siete días más tarde disputo su primer y único partido oficial en la eliminatoria copera de cuartos de final contra el Valencia perdiendo en casa por tres goles a cuatro. Quizá estos dos resultados no gustaron a la directiva colchonera que lo vendió al Valladolid. En Pucela estuvo de 1933 a 1936 como suplente de Irigoyen.


Poca luz más puedo aportar sobre Amadé y es una pena, ya que el hallazgolo merece; no puedo contaros cuando se retiró del fútbol o cuando y donde falleció, pero una cosa es cierta: “Los de Bilbao nacemos donde nos da la gana y en este caso Emilio Amadé lo hizo”.

Fuente y fotos: www.colchonero.com

miércoles, 16 de enero de 2013

ESTEBAN IPARRAGUIRRE ERRO


En el fútbol moderno el puesto de portero es el de un auténtico especialista. No se concibe que no disponga de un entrenamiento acorde al puesto. La mejora de materiales, campos y profesionales preparados para ello, ponen el resto.

No era así hace años, cuando los guardametas se entrenaban como podían entre ellos, en una esquinita para no molestar mucho evolucionaban como podían, sin medios ni preparación específica se calentaban y entrenaban “de oído”. Verdaderos héroes de los que nadie (o casi) se preocupaba, únicamente se ocupaban de ellos cuando hacían un partido memorable o lo contrario. Parafraseando a  Luis Llopis (Entrenador de porteros del RCD Mallorca): “Tenemos que ser justos con los porteros, no se les puede pedir que hagan cosas que no han entrenado previamente”. Desgraciadamente esto fue así durante muchos años y afortunadamente todo esto también ha cambiado. Todas las acciones que pueden realizar en un partido tienen su entrenamiento específico y por supuesto la mayoría de los equipos cuentan con un profesional que se encarga de ello: El entrenador de porteros, algo que podía parecer ciencia ficción no hace demasiados años.

Desde que escribo este blog no terminan de llegarme sorpresas y bastantes alegrías. Cuando todo parece perdido llega la luz a modo de historia, una historia continua que parece no tener fin. Me emociono como un niño pequeño cuando descubro otra biografía que mostraros e inmediatamente la relato, para seguir engrosando las páginas de los grandes porteros que han poblado nuestras porterías en el País Vasco. Unas páginas escritas sobre el barro de antaño que poblaba nuestros terrenos de juego y donde el entrenamiento del portero brillaba por su ausencia.

El guardameta que hoy os presento fue posiblemente uno de estos esforzados atletas solitarios, solidarizado con su enemigo (bien entendido), el otro portero del equipo. Entre ellos hacían posible que tanto uno como el otro pudieran jugar de manera aceptable. Como ya digo, muchos profesionales que conozco han pasado por esta tesitura, tener un entrenamiento de portería nulo y que actuaban más por intuición que por preparación.

En el fútbol de hoy, el puesto más específico del equipo es el de portero. La misión del guardameta, aparte de ser vital, debe estar atendida por un jugador de condiciones especiales. De su mejor o peor calidad, se beneficiará o resentirá la línea defensiva y todo el resto del equipo.
De ahí que conjuntos de una calidad no muy significada, cuando cuentan con un gran portero, mantengan su posición entre los destacados.

Muchas veces estos porteros alcanzaban la fama casi por casualidad. En el caso de este guardameta causas de fuerza mayor a modo de escasa liquidez económica, hicieron que saltara al primer equipo de Osasuna y se instalara allí, al final por méritos propios completando muy buenas temporadas, exceptuando la última donde solo disputó tres encuentros.

ESTEBAN IPARRAGUIRRE ERRO, nació en Pamplona (Iruña),  el 14 de mayo de 1949.

Comenzó en el Pamplona Juvenil, de allí pasó a la Universidad Laboral de Tarragona, donde estuvo tres años. En el Izarra de Estella compitió un año para pasar a posteriori al equipo Amateur del Real Madrid por espacio de dos más, y  después recaló en Osasuna, para permanecer por un espacio de cinco temporadas en el equipo rojillo, jugando en Segunda División.

Osasuna, se encontraba entonces inmerso en plena marejada futbolística, pero con limitadas posibilidades económicas y debiendo cubrir otros puestos, que también tenían gran importancia, nunca gastó dinero en elevada cuantía para cubrir su portería. Parte de esta actitud estribaba quizá, en que de la cantera fueron saliendo elementos que; sin llegar a fenómenos cubrieron la meta con decoro, evitando urgencias en el fichaje de extraños.

Su entrenador decidió promocionar al portero que la temporada anterior había defendido a su equipo de promesas, lo recuperó para el primer equipo, y junto con Lalas e Illumbe formaron el trío de cancerberos del cuadro.

El entrenador Fernández Mora pensó inicialmente contar con Esteban Iparragirre para titular del equipo y sus actuaciones hasta aquel momento no hicieron más que confirmar el acierto de su decisión.
De buena planta atlética, de carácter alegre y sereno, inmunizado contra el desaliento y la desmoralización. Se mantuvo en el primer plano gracias a un trabajo constante de entrenamiento y entrega. Portentoso en las salidas y en su colocación.

Este bosquejo de su personalidad nos la relata el periodista de “El Mundo Deportivo” (Bendito periódico) y al que le he robado hábilmente este artículo.  En dicha entrevista Iparraguirre decía no querer parecerse a ningún portero conocido, únicamente coger un poco de todos ellos para llegar a ser único, un mejor portero.
A partir de 1979 le pierdo la pista, por lo que no sabría deciros si continuo jugando o colgó los guantes.

Hoy día su hijo Esteban Iparraguirre Erburu, también portero, juega en el equipo de Osasuna B.

Fuentes: Hemeroteca de “El Mundo Deportivo” y www.bdfutbol.com