Mientras recopilamos información, sobre porteros vascos que aun no hemos incluido en el blog (cada vez se complica un poco mas), os dejo un aperitivo, un articulo sobre los porteros del Athletic Club del libro de 1994, "Athletic Historia de una Afición" que publico el diario Marca en formato coleccionable y del que yo poseo una copia. Esta vez es solo de los porteros del Athletic, lo siento. Si queréis que incluya porteros o artículos sobre ellos, de otras provincias vascas no tenéis más que mandármelos o poneros en contacto conmigo por correo electrónico y gustosamente lo haré. Si tenéis comentarios o sugerencias, del mismo modo estaré encantado de atenderlas y que me ayudéis a confeccionar esta bitácora.
Pasemos al artículo de Marca:
El Athletic, club forjador de futbolistas de raza, destaca tanto por los goleadores que nutrieron sus filas, como por su facilidad para descubrir guardametas de excepción.
Blasco fue aquel gran portero del Athletic que junto a los Iralagorri, Gorostiza, Bata, Txirri y Lafuente consiguió
Pronto se tuvo que marchar a Inglaterra aquel chaval que provenía del Baracaldo. Con unos catorce años, y debido al estallido de
La portería bilbaína ya tenía a otro gran guardameta para defenderla durante la década de los cuarenta. Cuando Lezama volvió a su tierra y empezó a jugar en el Athletic, trajo algunas innovaciones "a la británica", como el saque con la mano o el saque desde el suelo. En Bilbao empezaron a hacerse famosas las "lezamadas": hacia cosas que nunca un portero había realizado antes; al principio los aficionados se les antojaban como unas salidas de tono. "Se exagero bastante - recuerda el guardameta -. Lo que ocurría es que yo salía de pie muy lejos de la portería y a veces me equivocaba, aunque así salve muchos goles. Me lanzaba a despejar de puños diez o quince veces por partido..." Lezama estuvo diecisiete temporadas en el Athletic.
"Algunos me llamaban asesino porque mordía. Incluso quizá porque llegue a lesionar a mis tres defensas en un solo partido ante el Betis. Mi único objetivo era hacerme con el balón a cualquier precio".
Y si la década de los cincuenta vio un gran cancerbero bajo los palos bilbaínas, los años sesenta y setenta tuvieron el gran honor de disfrutar de uno de los mejores porteros que ha dado el futbol mundial: José Ángel Iribar Cortajarena. Llego este carismático guardameta al Athletic y trajo con el la "iribarmania". Los aficionados le admiraban como pocas veces se ha admirado a un jugador de futbol. Fue el mayor ídolo que ha pasado por San Mames un su historia.
DE ZUBI AL FUTURO
Os recuerdo que el articulo es de 1994.
Fuente y fotos: Libro ATHLETIC ORGULLO DE UNA AFICION de Marca.
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