Aunque sé que alguno de vosotros me acusara de ventajista
por sacar un portero vasco de donde no lo hay, os diré que en este blog aunque
la mayor parte de sus integrantes suelen guardametas nacidos en el País Vasco,
he ideado una sección que me parece de justicia: “Los porteros casi vascos”. Es
decir, que pese a nacer en otras tierras han desarrollado casi toda su carrera
deportiva en estos lares o tiene alguna afinidad, bien sea porque han vivido
aquí mucho tiempo o por la singularidad de su apellido con origen Euskaldun.
Hay muchos ejemplos que además nadie cuestionaría, uno de ellos que ahora me
viene a la cabeza es Vicente Biurrun que nació en Brasil. ¡Y eso si que está
lejos!
No se es de donde se nace, sino de donde se pace… algo así
reza un refrán. Además no es el primero que aparece en estas páginas y por
supuesto tampoco será el último.
RAFAEL ÁLVAREZ ALACIA, nació en Santander (Cantabria), el 18 de julio de 1938.
A pesar de ser cántabro de nacimiento, hizo de su vida desde
los ocho años en Vitoria-Gasteiz (Araba). Dehecho se inicio en el futbol siendo
muy jovencito en las categorías inferiores del Real Unión de Irún, para pasar
luego al club fronterizo Touring de Renteria. En realidad -según sus palabras
en el “Diario Vasco”- empezó jugando en La Salle y la calle fue su maestra:
“Con cuatro piedras montabas las porterías. Además, como no había coches,
tampoco había peligro”.
En 1961 debutaría en Primera División con el Real
Oviedo, donde permaneció seis temporadas rayando a muy buen nivel. A raíz de
aquí fichó por el Zaragoza en la temporada 1967/68, donde coincidió con “Los
cinco magníficos”. Ya sabéis, Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Y a
comienzo de los años 70 ingresaría en las filas del Real Mallorca, antes de
irse a Galicia para sumarse al Celta de Vigo. En las islas estuvo sólo un año,
jugando con el Mallorca en segunda división, donde cuajaría una buena
temporada, razón por la que el Celta se haría con sus servicios. Ficha por el
R.C. Celta para la temporada 1971\72, que buscaban urgentemente un portero tras
probar en la pre-temporada con el argentino López, el cual no convenció. En su
primera campaña, Alarcia juega 32 de los 34 partidos ligueros y mantuvo durante
12 partidos la puerta a cero, inclusive en Riazor, donde los vigueses vencieron
por 0-1.
Alarcia contaba con
una gran envergadura y buenos reflejos, a pesar de su gran físico, poseía una
gran habilidad como portero.
De los partidos más recordados de Rafael, se hallan el de la
eliminatoria de la Copa de la UEFA frente al Aberdeen escocés, donde paró un
penalti y un partido en Manzanares con empate a cero frente al Atlético donde
Alarcia realizó grandes intervenciones.
Fue preseleccionado para la selección absoluta, pero una inoportuna
lesión, una rotura de mandíbula por dos sitios, le impidió acudir.
En la temporada 1972\73, el Celta luchó hasta el final por
no perder la categoría, sería el Deportivo el perjudicado y quien descendería a
la división de plata española. Aquella temporada el santanderino tuvo un
pequeño percance frente al Espanyol que le costaron siete puntos en la cabeza
al chocar con el jugador "perico“,
Pepín.
En la siguiente y última temporada con el Celta, aterrizó en
Vigo un guardameta uruguayo, Aguerre que le provocó la caída de la titularidad
tras tener dos fallos enormes en un partido frente al Valencia. Alarcia sólo
jugaría 9 partidos en toda la temporada a causa de aquel mal partido en
Balaídos frente a los valencianos.
Así pondría fin a su etapa en el Celta de Vigo, habiendo
disputado 74 partidos en las tres temporadas que vistió la camiseta celtiña.
Rafael Alarcia regresa a su querida Gazteiz y jugó en el
Deportivo Alavés su última temporada en activo. Después sacó el título de
entrenador de regional, aunque apenas ejerció como tal.
Ya sin relación con el futbol trabajó una veintena de años
en una agencia de aduanas.
A pesar de haber nacido en Santander, Rafael casi siempre
residió en la ciudad alavesa junto a su familia, donde es muy querido y vive
actualmente.
A pesar de que su primer apellido es Álvarez, en el Oviedo
se vio obligado a optar por otra nomenclatura, la de Alarcia, ya que en esa
época jugaban tres hombres más con el mismo apellido. Al meta cántabro también le apodaban "Kabutxi", ya que era el mote que
le pusieron unos frailes en tierras vascas cuando Alarcia era niño.
EQUIPOS
· 1954-58: Real Unión de Irún
· 1958-61: Touring de Renteria
· 1962-65: Real Oviedo
· 1966-70: Real Zaragoza
· 1971-72: RC Celta de Vigo
· 1972-73: RC Celta de Vigo
· 1973-74: RC Celta de Vigo
En Oviedo se acuerdan de este excelente guardameta. En la temporada 1962-63 fue el guardameta titular de aquel Real Oviedo que quedó tercero en la liga por detrás del R.Madrid(campeón) y At.Madrid.
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