En primer lugar os quería pedir disculpas por lo olvidados
que os tengo últimamente y a la escasez de post que publico en este blog. A la dificultad
de bucear en la escasa información que va quedando sobre los porteros del País
Vasco, tengo que añadir la multitud de quehaceres en los que estoy inmerso
últimamente y que serían muy largos de narrar, además me imagino que mi vida
carece de importancia para la mayoría de vosotros, así que no me voy a explayar
en ella.
Bueno pues, hoy me ha dado por retomar mi trabajo divulgativo
en esta bitácora y así poder deleitar a mis ávidos lectores de la historia de todos
estos guardametas que pulularon por nuestros campos dejando siempre nuestro pabellón
bien alto.
Lo cierto es que cada vez me van quedando menos guardametas
que investigar y aunque me duela decirlo, espero con ansiedad que se vayan
jubilando porteros en activo para dar buena cuenta de ellos. Esto es algo
totalmente egoísta, ya lo sé, pero solamente de vez en cuanto me topo de bruces
con otra historia que poder mostraros. Muchas han estado -increíblemente- siempre
ahí, pero dar con ellas no es nada fácil. A veces repasando mis notas, me
encuentro con cosas que había pasado por alto y realmente me sorprendo a mí
mismo cuando puedo rellenar algo más que cuatro párrafos sobre otro gran portador
de guantes.
Gracias al libro “Historia del fútbol vasco” en su tomo del
Deportivo Alavés he podido entresacar a este gran deportista.
TOMÁS ARBULU ARANA, nació en Elorrio (Bizkaia) el 20 de
agosto de 1929.
Empezó a jugar a este juego extraño del futbol en el Brisas
de Plata en 1948, de ahí paso al Deusto y con posterioridad fue fichando por el
Getxo. El Athletic Club se fijó en él y lo recluto para Lezama, pero no llego a
debutar en el primer equipo, allí paso dos años hasta que fue cedido al Club Portugalete
. Del “Portu” paso al equipo fabril del Sestao.
En la temporada
1955/56, llego procedente del equipo “sestaoarra” para jugar en el Alavés,
justo cuando este había descendido a Segunda División. Fue de la mano de del difunto Juan Arregui, ya que por lo que
parece tenían algunos negocios en común.
Según palabras suyas en el Alavés había una gran desazón por
haber descendido de categoría, pero que poco a poco se fue superando. Lo que
más dice gustarle de aquella época es el compañerismo y la camaradería de todos
los componentes de la plantilla alavesa. A todo ello, uniéndole el gran
ambiente que había en el grupo, fue lo que le hiciera superar la nostalgia por encontrarse
fuera de casa. Allí eran como una gran familia.
Una vez finalizada su etapa en el Alavés -donde solamente
estuvo una temporada- acabo su vida deportiva entre estirada y estirada en el
Deusto, donde también había jugado junto a dos hermanos suyos. En el equipo tomatero
colgó los guantes.
En la actualidad dice guardar una excelente relación con uno
de los artífices del último ascenso del Alavés a Primera División, “Mane” ex
entrenador del Alavés entre otros equipos y que mantienen largas charlas sobre
el deporte rey juntos.
Lo cierto es que como en este caso estas historias se me quedan un poco cojas, pero por lo menos puedo dejar constancia escrita de ellos y así hacerles mi pequeño homenaje. Como veis no es mucho, pero “menos da una piedra” que dice
el dicho popular.
EQUIPOS
·
Brisas de Plata
·
Deusto
·
Getxo
·
Athletic Club
·
Club Portugalete
·
Sestao
·
Deportivo Alavés
·
Deusto
Fuente: "Historia del fútbol vasco"